Siempre decimos que estar en el momento oportuno en el lugar correcto es un hecho muy importante para hacer la fotografía perfecta. A veces este instante es extremadamente fugaz y se esfuma en una milésima de segundo. En este caso, solo los fotógrafos más rápidos y hábiles podrán capturar momentos como los que os mostramos en nuestro post. Escenas que solo ven quienes miran un poco más allá a través del mágico objetivo de una cámara.
Gracias a su disparo oportuno, este fotógrafo le ha dado alas a este hombre con bastón.
Aunque aparentemente esta chica no parece prestar la más mínima atención al chico que la mira, el fotógrafo capta un momento en el que sus sombras parecen a punto de besarse. Y hasta el perro presencia la escena entusiasmado.
El fotógrafo que tomó esta foto capta el momento justo en el que, por la colocación de la cámara compacta parece que ésta proyecta un haz de luz azul que no es más que la pintura de la pared.
Esta paloma desoye las órdenes del cartel y se sienta a descansar en las escaleras.
No sabemos si es que una paloma se había estrellado contra la malla, o si simplemente por casualidad ésta se rompió con una forma muy similar. Lo que sí sabemos es que el fotógrafo tuvo la destreza de captar este momento.
Se dice que en boca cerrada no entran moscas, pues ni moscas ni otras cosas, eso abrá pensado este fotógrafo que tan avispadamente captó este momento.
El fotógrafo ha aprovechado este arco iris para simular los vapores malolientes de la basura.
Aunque no tan fiero, este gato no ha querido ser menos que los leones y posa con idéntica elegancia. El fotógrafo ha sabido verlo.
Este es uno de esos disparos más que oportunos porque probablemente este perro no tardó mucho en darse cuenta de que ése que olisqueaba no era un perro de verdad.
Los carteles publicitarios pueden dar mucho juego para estas fotografías que si no son tomadas en el instante preciso pierden todo su sentido.
Fuente: boredpanda.com