La artista surcoreana residente en Seúl Jee Young Lee dedica semanas y meses a la construcción de escenas increíblemente elaboradas para tomar fotografías. Ella misma prepara con sus manos los decorados para obtener imágenes espectaculares en la que no hay ni rastro de Photoshop, aunque parezca mentira.
En su estudio de 360 x 410 x 240 centímetros, construye con esmero hasta el último detalle del escenario, con fondos pintados a mano y múltiples artilugios y objetos que cuelgan del techo. El resultado son imágenes surrealistas, fotos de ensueño que son extraordinarias también por el hecho de que tienen detrás una cantidad de trabajo agotador y a sabiendas de que requieren increíbles dosis de paciencia.
En el punto focal de cada foto es casi siempre la propia artista, su mirada nunca se dirige directamente al espectador. Inspirado por las fábulas coreanas o por experiencias personales, estos imaginativos autorretratos sirven para explorar "su búsqueda de una identidad, sus deseos y su estado de ánimo", según la Galería OPIOM. "Sus creaciones actúan como una catarsis que le permite aceptar la represión y frustraciones sociales en el momento requerido para preparar el escenario se toma su tiempo para meditar sobre las causas de sus conflictos interiores y por lo tanto exorcizarlos. Una vez experimentados, se convierten a su vez en presagios de esperanza", señalan.
Aquí te dejamos algunas de sus fotografías más impactantes y el enlace a la web de la galería OPIOM para que puedas descubrir todo su trabajo.